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Descubre el Poder de tus Chakras – Gratis

Explorar las características, funciones y formas de equilibrar el primer chakra, relacionado con la estabilidad, la supervivencia y el cuerpo físico.

Comenzamos nuestro viaje con el primer chakra: Muladhara, conocido como el Chakra Raíz. La palabra ‘Muladhara’ significa ‘raíz’ o ‘fundamento’, y no es casualidad: este chakra representa nuestra conexión con la tierra, la base de todo nuestro ser.

Ubicado en la base de la columna vertebral, entre el ano y los genitales, Muladhara vibra en color rojo y amarillo, y está asociado al elemento tierra y al sentido del olfato. Su energía está relacionada con la salud física, la vitalidad, el instinto de supervivencia, la seguridad, el hogar, la familia, el trabajo y las finanzas.

Cuando este chakra está equilibrado, nos sentimos estables, seguros, con los pies en la tierra. Tenemos confianza en la vida y en nosotros mismos. Nuestra energía es constante, tomamos decisiones prácticas y vivimos el presente con serenidad. Nos sentimos conectados con nuestro cuerpo y nuestras necesidades básicas están satisfechas.

Cuando está bloqueado, sin embargo, podemos experimentar miedo, inseguridad, ansiedad, problemas con el dinero, adicciones o una sensación general de estar desconectados de la realidad. En el cuerpo físico, pueden aparecer dolores lumbares, problemas de colon, hemorroides, estreñimiento, reuma, ciática y trastornos en piernas, huesos, encías y piel.

El Muladhara también es el punto donde descansa la energía Kundalini. Al activarlo, iniciamos el despertar de esta poderosa fuerza espiritual.

Trabajar con este chakra implica reconectarse con la tierra, con el cuerpo, con el momento presente. Podemos hacerlo a través de meditaciones caminando descalzos, danzas enfocadas en los pies, afirmaciones como ‘Yo estoy a salvo’ o ‘La Tierra me sostiene’. También mediante música tribal o sonidos de la naturaleza, alimentación con hortalizas de raíz, el uso de aromas como pachulí o cedro, y piedras como rubí o granate.

Asanas como Uttanasana, Ardha Matsyendrasana y Bhadrasana estimulan esta zona y ayudan a restaurar el flujo de energía.

Muladhara nos recuerda que para crecer espiritualmente, primero debemos enraizarnos profundamente. No hay árbol que florezca sin raíces sólidas.»

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